En la actualidad
se estima que existen 1.200 millones de vehículos
en todo el planeta y la perspectiva es que, en el año
2035, esta cifra supere los 2.000 millones, según
un estudio realizado por una empresa analista estadounidense.
Estos
vehículos requieren de aceite para el funcionamiento
de sus motores, este aceite debe ser renovado periódicamente,
ya que, con los cambios de temperatura y el desgaste propio
de las mismas piezas, va perdiendo sus propiedades como
lubricante.
El aceite para motor se expende en dos formas: a) al granel
en centros de cambio de aceite que utilizan bidones de
55 Galones, y b) en tarros plásticos.
En el caso colombiano, aproximadamente el 80% se expende
en tarros plásticos de ¼ de Galón
fabricados de polietileno de alta densidad en diversos
colores. No existe hasta ahora un proceso para reciclar
dicho plástico, y éste de una manera u otra,
va a dar a los rellenos sanitarios, generando un problema
ambiental de grandes proporciones.
Se estima que un millón de automóviles generan
un residuo de 10 millones de tarros anuales para Bogotá
equivalentes a 600 toneladas, o 50 toneladas mensuales.
En Canadá, se calcula que los tres gramos de aceite
adheridos a los tarros (y que no pueden removerse mecánicamente
con facilidad) representan anualmente un problema de “derrame”
de petróleo de magnitud superior al del Exxon Valdez.
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El
destino final de estos envases para aceite, no siempre
es el más adecuado. Los aceites industriales usados
en los coches son residuos que pueden provocar graves
daños medioambientales (en el aire, el agua y el
suelo) si su manejo es inadecuado; por ejemplo si es vertido
en el campo o se elimina por incineración incontrolada.
Además de contaminar el suelo y las aguas, la quema
indiscriminada de los envases plásticos, genera
unas 150 toneladas de residuos que se transforman en contaminantes
atmosféricos como benzopirenos, crisenos, óxido
de azufre y óxido de plomo que deterioran la calidad
del aire.
Las
fuentes son todas las productoras, comercializadoras y
distribuidoras de aceite para motor en empaques de HDPE.
Cambiaderos de aceite, Servitecas, Estaciones de servicio,
Talleres mecánicos
Logramos
que se reduzca la peligrosidad que se genera en los botaderos
de basura cuando por la no compactación del terreno
se crea inestabilidad en el mismo. También evitamos
la contaminación generada cuando son incinerados
pues se liberan dioxinas y toxinas, lo cual lo hace un
proceso de producción limpia que además
cumple con nuestro compromiso de cuidado con el medio
ambiente y los recursos naturales no renovables.
R.T.P.
S.A.S., lleva varios años dedicados a la investigación
y desarrollo de maquinaria y procesos especializados en
la recuperación del HDPE de los contenedores de
aceite nuevo para motor y poner su materia prima nuevamente
en el mercado sin contaminar.
Contamos con los estudios que certifican que nuestro proceso
consume mínimas cantidades de agua, ya que se basan
en la recirculación de este recurso y más
importante no contaminamos las aguas residuales, pero
garantizamos la total limpieza de los tarros.
Nuestro compromiso ético y de responsabilidad social
empresarial se cumple con el respeto a los recursos naturales
y al recuperar el material HDPE y devolverlo al mercado
como materia prima de primera calidad.
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